Por Andrea Guachalla
“Akrasia” es la palabra que Sócrates y Aristóteles usaban como sinónimo de “procrastinación”. Mientras nosotros definimos procrastinación simplemente como retrasar o posponer tareas o grupos de tareas, ambos filósofos pensaron en una definición más adecuada:
Akrasia:
Actuar en contra de tu sano juicio.
¿Por qué? Porque sabes que retrasar tareas poco placenteras te causarán estrés y ansiedad ¡y todos esos sentimientos de procrastinador que te son familiares! Actuamos en contra de nuestro sano juicio. Con frecuencia.
Procrastinar muestra algunas características de nosotros mismos: Falta de auto control, mal planeamiento, enfoque en gratificación instantánea en vez de recompensas a largo plaazo, no reconocemos las consecuencias, miedo al éxito y/o a errar y en el fondo muestra que somos pecadores orgullosos.
Como Tim Urban explica en su graciosa charla TED, nosotros procrastinadores tenemos un actor clave en nuestros cerebros llamado “el mono de la gratificación instantánea,” que prefiere hacer tareas fáciles por el bien de divertirse, en vez de hacer tareas difíciles y menos placenteras por el bien de projectos a largo-plazo. ¡Y esa, mi amigo, es la razón por la que incluso viviendo en Coronalandia y teniendo nada más que tiempo y más tiempo, aún así lo invertimos en procrastinar!
¿Te identicas con eso?
¡Hemos estado procrastinando por meses o tal vez años con la excusa de que no teniamos tiempo! Y ahora que lo tenemos lo gastamos en nuestros teléfonos, mirando televisión, ¡incluso limpiando la casa en vez de sentarnos y embarcarnos en los proyectos que habíamos planeado hace tanto tiempo! Y claro que la industria del entretenimiento no ayuda, la procrastinación es un negocia serio cuando el marketing puede apelar a él.
¿Por qué?
La respuesta es: ¡El mono de la gratificación instantánea! La parte de tu cerebro que usa toda su energía en lo que sea que vaya a traer felicidad instantánea.
Por eso puedes distraerte tan fácilmente cuando estás intentando (o pensando en intentar) hacer algo que planeaste hace mucho tiempo ya sea que tenga un deadline o no. Puedes ir de pensar en practicar unos acordes en la guitarra o continuar escribiendo un proyecto a sentarte en tu sofá y, en cambio, leer mensajes que publicaste hace diez años. ¡El mono de la gratificación instantánea es la razón por la que puedes ir de planear hacer ejercicio e incluso ponerte tu ropa deportiva y ,en cambio, entrar en una espiral en Youtube mientras te comes el chocolate que dejaste sin terminar el día anterior!
Y es la razón exacta por la que yo pospuse inconscientemente escribir este artículo sobre procrastinación (tenía que ser publicado hace dos meses) ¡y aun así sentarme a investigar sobre eso y de repente decidir que sería más plcentero para mi mono de gratificación instantánea escuchar todo el soundtrack de La La Land antes de siquiera escribir una palabra en esta página en blanco!
¿Me avergüenza haberlo hecho? Sí. Pero, ¿sabes qué? “City of stars, there is so much that I can see.”
Humanos… ¡Somos incríbles! (en el mal sentido).
Ahora, acordemos que no se puede lidiar con toda procrastinación ahora mismo. Algunas cosas tendrán que esperar hasta después del confinamiento y que todas las restricciones se levanten. No puedes ir ahora a ese chequeo médico que estuviste posponiendo desde el año pasado. No puedes ir por café con esa amiga que no ves hace meses.
PERO.
Hay ciertamente muchas cosas que sí puedes hacer. Puedes encontrar algunas ideas en la guía de sobrevivencia a Coronalandia que publiqué hace unas semanas. Entre ellas puedes encontrar pensamientos sobre desarrollar hábitos saludables, pasar tiempo con Dios más intencionalmente, continuar proyectos, aprender algo nuevo, etc.
Ahora, antes de ir a algunos tips prácticos para todos mis queridos amigos procrastinadores, entendamos el origen real e implicaciones de la procrastinación.
Procrastinar revela nuestras fallas en tres dimensiones/relaciones en nuestras vidas, aunque con frecuencia las ignoramos porque, bueno… ¡Está bien! ¡Lo haré mañana! ¡No es gran cosa! Pero lo quieras o no, tu hábito de procrastinar revela más de lo que piensas:
Revela algo sobre tus ansias de servir a Dios
No vas a encontrar la palabra procrastinación en la Biblia, te puedo asegurar eso. Pero sí encontramos lineamientos generales sobre cómo debemos administrar nuestro tiempo para la gloria de Dios y por ello sabemos que usar nuestro tiempo neciamente no le da honor a Dios. En un sentido, no hacer buen uso de nuestro tiempo es como estar robando del tiempo que Dios nos dio para servirle.
La palabra de Dios nos advierte que a veces el trabajo no es placentero, pero soportarlo traerá frutos y paz, traerá gozo y una respuesta apropiada a nuestras responsabilidades, y nos guiará a ser perseverantes, pacientes y a crecer. ¡Sirvamos a Dios con toda nuestra fuerza!
“Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados.”
Hebreos 12:11
Revela una actitud descuidada respecto a otros
Sería grandioso si tu procrastinación te afectara a ti solamente. Pero ¿adivina qué? ¡Con mucha frecuencia afecta a otros también!
Así que imaginémoslo: cuando haces tus tareas a último minuto, cuando organizas un viaje muy tarde o cuando pospones ese chequeo médico lo más que puedes, no solo te afecta a ti. Es tu profesor el que tiene que invertir su tiempo en revisar un trabajo mediocre, son tus amigos lo que terminan teniendo un viaje no muy divertido debido a un pobre planeamiento, es tu familia la que años después tendrá que lidiar con alguna enfermedad crónica tuya que podría haber sido detectada hace años.
“La verdad es que cuando procrastinamos estamos desencadenando una serie de eventos que pueden afectar negativmanete a otros – no solo a nosotros.”
Lo que va en conflicto directo con uno de los mandamientos de Dios: amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos (Mateo 22:39).
Muestra cuán pobremente cuidas de ti mismo
Procrastinar muestra muchas características de carácter dependiendo de las razones por las que lo haces. Puede ser que seas alguien que procrastina a corto plazo, especialmente si no hay deadlines que cumplir. Pero puede ser que seas un procrastinador a largo plazo, retrasando tareas que no tienen un deadline pero son de igual importancia.
Esto tal vez quiera decir que siempre terminas haciendo tus tareas a último minuto, o que no fuiste al dentista por los últimos dos años. En cualquier caso, muestra una falta de autocontrol y que tal vez no estás dispuesto a notar cuán grandes serán las consecuencias negativas. Tal vez no notas cómo procrastinar aumenta tus niveles de estrés y ansiedad, y cuánto te enfocas en un beneficio inmediato. Tal vez es difícil ver la conexión entre procrastinación y cómo esta altera tus patrones alimenticios y de sueño.
Pero, créeme a mí y a la ciencia cuando digo que ¡sí lo hace!
¿Qué dice la biblia sobre ello? Dice que parte de honrar a Dios es cuidar del cuerpo que él nos dio (1 Corintios 6:19-20) y, por tanto, dejar los hábitos que nos hacen daño ¡como procrastinar sin razón alguna más que el mono de la gratificación instantánea diciéndonos que lo hagamos! El pecado que mora en nosotros ciertamente no está confinado (Romanos 19:20).
Ahora déjame darte algunos pasos prácticos que puedes tomar.
Algunos ejemplos de hábitos que pueden ayudarte a vencer la procrastinación (probados científicamente) son: deadlines impuestos individualmente, planear anticipadamente, exponerte voluntariamente a presión social, etc. No soy experta en este tema y también lucho con la procrastinación seguido (diariamente debo confesar, ahora mismo estoy luchando con eso mientras intento terminar los últimos detalles de este artículo), así que solo puedo darte los tips que funcionan mejor para mi (y ojalá para ti también).
Sin embargo, recomiendo mucho leer los artículos de James Clear sobre el tema (link en referencias). Todos sus tips prácticos están fundamentados en investigación científica y el SÍ es un experto. Si tienes interés también puedes encontrar mi propia aproximación a la productividad en mi guía de sobrevivencia y esta analogía.
Algunos trucos que utilizo diariamente para priorizar tareas y evitar procrastinar en algunas específicas son:
Escribirlas una y otra y otra vez
Esto es algo que me ayudó a terminar las cosas durante todos mis años de universidad, trabajar como científica y ahora al trabajar en varios proyectos incluyendo esta página web: ¡escribe cada mañana lo que tienes que hacer durante el día! Al final del día, puedes tachar todas las cosas que sí terminaste y todas las que no hayas terminado tendrás que copiar de nuevo al día siguiente.
Hice esto por años y lo que descubrí es que copiar lo que dejé sin terminar el día anterior manda una analogía a mi cerebro: Es una carga. Escribir una y otra y otra vez lo que dejé sin terminar el día anterior me ayuda a mantenerme al tanto de las cosas por las que procrastino. Admitiré avergonzadamente que hay cosas que copio día tras día durante semanas hasta que un día finalmente decido sentarme y obligarme a mí misma a hacerlo y dejar de esperar por el “momento perfecto”. ¡Esto es clave para los escritores y los artistas en general porque es fácil procrastinar sobre escribir una pieza o grabar música con la excusa de que no estás suficientemente inspirado!
Copiar me ayuda a ver cuán pesado es dejar tareas sin hacer y me ayuda a evaluar la razón por la que estoy procrastinando en cuanto a esa tarea especificamente. ¿Es porque no la disfruto? ¿Por qué no es importante para mí? ¿Qué otras cosas estoy priorizando sobre ella? ¿Por qué estoy procrastinando sobre ella?
Deshazte de la tentación
Algo que me ha estado ayudando, especialmente porque a mi celular le encanta interrumpir mis momentos de inspiración, es deshacerme de las cosas que me llevan a procrastinar en vez de darle toda mi atención a las tareas en las que intento enfocarme.
Para mí esto se ve así: Cuando quiero darle toda mi atención a algo importante, como mis devocionales, estudiar o leer, etc., dejo mi celular en otro cuarto. Lo dejo en mi cuarto si estoy trabajando en la cocina y lo dejo en la cocina si estoy trabajando en mi cuarto. De ese modo la tentación desaparece. Una alternativa es apagarlo.
James Clear da útiles consejos para esto. Es fácil deshacerse de un celular, ¡pero él aconseja hacer lo mismo con tu televisión o computadora! Por ejemplo, recomienda ocultar tu televisión en un clóset y solo sacarlo en ocasiones especiales si te distraes fácilmente con shows de televisión, si luchas con la computadora y el internet, de hecho puedes bloquear algunas paginas web de modo que no tengas la oportunidad de usarlas.
Naturalmente, la idea no es ir a un punto tan extremo como ese, sino trabajar en tu autocontrol de modo que puedas vencer la tentación y enfocarte, ser un buen administrador de tu tiempo, enfocarte en las cosas celestiales sirviendo a Dios incluso con las tareas más pequeñas. Pero para empezar todos esos medios te ponen en un buen camino.
¡Puedes crear tu propio sistema para ser productivo y corregir tus hábitos de procrastinador! Discutiremos productividad en una serie de blogs como parte de la serie cubo Rubik en las siguientes semanas. Pero por ahora déjame terminar con esto:
Pro-crastinus significa “pertence al mañana”. ¡Pero déjame decirte que no! Lo que sea que tengas que hacer no pertence al mañana ¡pertenece al hoy! Y lo harás hoy no solo porque te das cuentas de tus hábitos procrastinadores, sino porque sabes que poner esfuerzo en corregir esos hábitos honra a Dios y su mandamiento de ser buenos administradores de nuestro tiempo. Lo harás hoy porque es una mejor forma de amar a tu prójimo como a ti mismo, y lo harás hoy porque es mejor para tu propio bienestar y salud.
“vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor.”
2 Pedro 1:5-7
Ahora, si llegaste hasta aquí y de hecho piensas que no eres un procrastinador, déjame terminar con las palabras de Tim Urban y decirte:
¡TODOS ESTÁN PROCRASTINANDO SOBRE ALGO!
Y eso ciertamente te incluye a ti, mi amigo.
References:
- James Clear. Procrastinación: Una Guía Científica sobre como dejar de Procrastina.
- Cecily Dickey (2019). ¿Que dice la Biblia sobre la procrastinación?. Bloggers for the Kingdom.
- Tim Urban (2016). Dentro de la Mente de un Procrastinador Maestro. TED Talk.
- Alberto Bisin, Kyle Hyndman (2020). Present-bias, procrastination and deadlines in a field experiment. Games and Economic Behavior, 119, 339–357.
- Nuria Codina, et al. (2020). Preventing Procrastination Behaviours: Teaching Styles and Competence in University Students. Sustainability, 12, 2448.
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