1. Introducción
En años recientes, la Iglesia de Dios Sociedad Misionera Mundial (IDDSMM) se ha convertido en un fenómeno religioso significativo, expandiéndose rápidamente desde su fundación en Corea del Sur en 1964 por Ahn Sahng-hong hacia diversos países, incluyendo Bolivia y otras naciones de Latinoamérica. Coloquialmente se conoce a sus adeptos como “diosas madre” (debido al énfasis que le dan a la existencia de una deidad femenina al predicar su religión). Su crecimiento acelerado ha atraído a un gran número de seguidores, generando preocupación entre comunidades cristianas. Por ello, analizaremos sus doctrinas y refutaremos sus argumentos desde una perspectiva bíblica.
La IDDSMM sostiene dos creencias centrales: primero, que Ahn Sahng-hong es el Cristo de la Segunda Venida; y segundo, que Dios es Padre y Madre, lo que implica la existencia de dos dioses. Estos planteamientos se basan en una serie de argumentos que intentan justificar sus doctrinas. A continuación, veremos sus principales afirmaciones y las respuestas bíblicas que las desmienten.
2. Argumentos de la IDDSMM y su refutación
2.1. Ahn Sahng-hong como Cristo
Dios ha dividido seis mil años en tres épocas: la época del Padre, donde el Salvador es Jehová (Is. 43:11); la época del Hijo, donde es llamado Jesús (Hch. 4:11-12); y la época del Espíritu Santo, donde el Salvador tiene un nuevo nombre (Ap. 2:17): Ahn Sahng-hong. Aunque él mismo nunca se ha llamado Cristo a sí mismo directamente, lo ha sugerido en varias ocasiones por medio de sus escritos. Fueron sus seguidores quienes lo reconocieron y declararon abiertamente como tal. Pretenden probar esto por medio de tres argumentos:
1. La parábola de la higuera (Mt. 24:32-34): creen que esta se refiere a la independencia de Israel como Estado en 1948. Alegan que Israel siempre ha sido tratada por Dios como higuera (Jer. 24:5), por lo cual en esta parábola no tendría por qué ser diferente. En este sentido, el tiempo del invierno, durante el cual la rama está seca y no brotan las hojas, representa los 1900 años -desde la destrucción del Segundo Templo hasta el fin de la Segunda Guerra Mundial- durante los cuales Israel era un pueblo errante sin tierra. Sin embargo, el verano llegaría: las ramas se pondrían tiernas y las hojas brotarían, esto es, Israel retornaría a su tierra como un Estado independiente en 1948. En este sentido, la Segunda Venida de Cristo debe haber sido el 1948. Así, Ahn Sahng-hong es Cristo, pues fue bautizado en 1948 a sus 30 años y comenzó su ministerio.
2. El orden de Melquisedec (Heb. 7:1-3): Argumentan que Ahn Sahng-hong cumple con las características del sacerdote según el orden de Melquisedec, quien es descrito como “sin padre ni madre” y “sin genealogía”, lo que ellos interpretan como nacido de incrédulos gentiles. Ahn Sahng-hong, hijo de coreanos (gentiles) incrédulos (budistas), es el sacerdote según el orden de Melquisedec.
3. El árbol de la vida (Gén. 3:22): su fruto da vida eterna a quien lo coma, pero acceder a él nos fue prohibido por Dios. Sin embargo, en su manifestación como Hijo, Dios permitió nuevamente el acceso a los creyentes a través de su cuerpo y sangre, representados en el pan y el vino de la Pascua. Pero Satanás cerró el camino al árbol de la vida en el Concilio de Nicea (325 d.C.), aboliendo la verdad de la Pascua. Por ello, era necesaria la aparición de un nuevo Cristo que restaurara el acceso a la vida eterna, lo que argumentan Ahn Sahng-hong logró al reinstituir la Pascua.
Refutación
Primeramente, debemos notar un error fundamental y esencial: una mala comprensión de la Trinidad. La IDDSMM entiende y explica la Trinidad así:
“Agua, hielo y vapor tienen diferentes nombres y diferentes formas, pero la esencia es la misma: H2O. Es similar a un actor de una obra que caracteriza a tres personajes, todos con diferentes voces. Aunque hay tres voces y tres papeles distintos, hay un solo actor. Así, aunque Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo pueden parecer diferentes, son un solo Dios.” (2010)
La IDDSMM tiene una comprensión errónea de la Trinidad, al afirmar que Dios es una sola persona que actúa alternativamente como Padre, Hijo y Espíritu Santo. En cambio, la Biblia enseña que Dios es tres personas coexistentes en una sola esencia. Esto se observa claramente en el Bautismo de Jesús (Mt. 3:13-17), donde el Padre habla desde el cielo, el Hijo está en la tierra y el Espíritu Santo desciende en forma de paloma. Este pasaje demuestra que no se trata de una sola persona desempeñando roles diferentes, sino de tres personas distintas en una única esencia divina. También en Juan 14:16-17 Jesús dice que rogará al Padre, para que envíe al Espíritu Santo, que es el Consolador. Una vez más, aparecen tres personas (Jesús que ruega, el Padre a quien se le ruega, y el Espíritu que es el sujeto de ese ruego) en una única esencia, y no una sola persona actuando en tres roles.
El Apóstol Juan lo confirma al declarar: “Tres dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo, y estos tres son uno” (1 Jn. 5:7). La referencia a “tres” subraya que cada persona es distinta y da su propio testimonio, mientras que “son uno” reafirma que comparten la misma esencia divina. Esta es la doctrina ortodoxa de la Trinidad: tres personas coexistiendo eternamente en una única esencia divina.
La noción de que Dios dividió la historia de la salvación en épocas se deriva de esa interpretación errónea de la Trinidad. Si bien en Isaías, se menciona el nombre de Jehová, mientras que en Hechos se hace referencia a Jesús, esto simplemente demuestra que Jesús es una de las personas de la Trinidad y no implica que hubo dos épocas distintas en las que el nombre de Dios variara. Por lo tanto, esta división temporal no cuenta con respaldo bíblico ni histórico.
Y sobre los tres supuestos sustentos bíblicos que presentan, se puede responder así:
1. La parábola de la higuera debe interpretarse como lo que es: una parábola que ilustra verdades escatológicas en su contexto y no como una profecía detallada relacionada con eventos históricos específicos. No existe evidencia sólida que respalde que la higuera representa a Israel, y mucho menos al Estado de Israel, fundado en 1948 por razones geopolíticas. Son suposiciones más que hechos.
Jesús enseñó que, así como las señales de la higuera (el ablandamiento de su rama y el brote de hojas) indican que el verano está cerca, las señales del fin de los tiempos (guerras, pecado y conflictos) también indican que su Segunda Venida se aproxima. Pero incluso si concedemos que Israel es la higuera, y que esa parábola se refiere al Estado de Israel fundado en 1948, de ahí no se sigue que Ahn Sahng-hong es Cristo. ¿Cuántas personas fueron bautizadas aquel año? Ese es el número de personas que podrían autoproclamarse Cristo bajo esta interpretación. Un detalle no menor y bastante curioso al respecto es que, mientras la IDDSMM sostiene que el bautismo de su falso Cristo fue en 1948, en el libro de registros de bautismos de la Iglesia Aventista del Séptimo Día en Haeundae, Corea del Sur, fue bautizado el 9 de octubre de 1954 a sus 36 años.
2. El orden de Melquisedec es, de hecho, otra razón por la cual podemos ver que esta falsa iglesia malinterpreta la Trinidad. En efecto, en el Salmo 110, una persona (emisor) le habla a otra (receptor). Dios le dice a Dios: “siéntate a mi diestra”, y más adelante: “tú eres sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec”; evidenciando que son personas distintas (pero una sola esencia), no una sola persona hablando a sí misma.
Por otro lado, la afirmación de que solo los creyentes son contados por padres y madres es infundada. En el Salmo 95:8-9, el Señor llama padres a incrédulos. Y sobre la genealogía, en Hebreos se usa la palabra ἀγενεαλόγητος (agenealogētos), que significa simplemente que se desconoce el linaje de Melquisedec. En ninguna parte de la Biblia se interpreta que no tener genealogía equivalga a ser hijo de gentiles. Pero incluso, una vez más, concediendo eso, ¡vaya requisito más absurdo! Yo, que escribo esto, nací de gentiles incrédulos, ¡y seguramente muchos lectores también! ¿Por eso deberíamos autoproclamarnos Cristo? Para nada.
3. Aquí hay una contradicción evidente: Primero se dice que solo Dios cierra y abre el camino al árbol de la vida, y luego que Satanás cerró este camino en el siglo IV. Le dan el poder de Dios a Satanás, como la mayoría de los grupos que quieren controlar por el miedo a sus fieles. Pero más aún, pregunto: si el árbol de la vida estuvo oculto durante todo el Antiguo Testamento, ¿significa que nadie fue salvo en ese tiempo? Porque, recordemos, fue Jesús -dicen ellos- quien restauró el camino. ¿Qué pasa con Abraham, cuya fe le fue contada por justicia, así como Isaac, Jacob, José, Moisés y David?
Pero esta secta no se conforma con decir que ninguno de ellos fue salvo, sino que se atreven a decir que también, desde 325 d.C. en adelante, nadie fue salvo tampoco. Este planteamiento contradice las promesas bíblicas como “el que crea en Él no será avergonzado” (Is. 28:16) y “el justo por la fe vivirá” (Hab. 2:4), implicando erróneamente que Satanás tiene el poder de anular estas verdades divinas. Si Satanás supuestamente lo hizo en el siglo IV, ¿qué impediría que lo repita en el presente? Según esta lógica, nada. Sin embargo, la realidad bíblica es diferente: el camino hacia la vida eterna permanece abierto para todos los que creen en el verdadero Jesucristo, el hijo de José y María. El Evangelio sigue siendo el poder de Dios para salvación y es predicado por verdaderos pastores que confiesan al Dios verdadero. La fe justifica al creyente, y este es el único camino establecido por Dios; y Satanás no tiene poder contra esto.
2.2. La existencia de una “Diosa Madre”
Esta es una de las doctrinas principales por las que esta religión es conocida, y lleva dos argumentos que son frecuentemente predicados durante sus esfuerzos evangelísticos:
1. En Génesis Dios se revela como Elohim, que se traduce “dioses” (Eloah se traduciría “Dios”). De aquí, adeptos de IDDSMM argumentan que Elohim se compone de dos esencias: Padre y Madre. Así, creó a la raza humana a su imagen y semejanza (Gén. 1:26-27), es decir, varón y mujer. Por eso dice “hagamos al hombre” y no “haré al hombre”, porque ambos crearon al hombre.
2. En Gálatas 4:26 se nos habla de una Madre de los creyentes: la Jerusalén celestial. En Apocalipsis 21:2, 9-10 se nos especifica que esta Jerusalén es Esposa del Cordero, el cual es Cristo. Y en Apocalipsis 22:17 vemos que el Espíritu y la Esposa dan el agua de la vida a los que se acercan a ellos. Por tanto, Cristo Ahn Sahng-hong y la Madre celestial son Dios Elohim que salva.
Refutación
1. Si bien “Elohim” implica pluralidad, la Escritura es clara en que hay un solo Dios (Dt 6:4). El uso del plural Elohim tiene al menos tres motivos. Primero, para enfatizar la grandeza de Dios, ya que es tan majestuoso que no alcanzan las palabras para describirlo, por lo que usaban el plural. Segundo, para resaltar la superioridad absoluta de Jehová sobre los dioses (elohim) paganos, pues Él por sí mismo ya es Elohim, trascendente, inmanente e infinito. Tercero, para indicar que Dios es uno en esencia, pero plural en Personas, pues los hebreos lo entendían así a partir de relatos como Génesis 18:1-2, donde Jehová se presenta a Abraham como tres varones, y la destrucción de Sodoma y Gomorra, donde Jehová desde la tierra hace llover fuego de parte de Jehová desde los cielos (Gén. 19:24).
La IDDSMM enseña que el ser humano es imagen de Dios porque consideran que Dios es Padre y Madre, y que el hombre es varón y hembra. Sin embargo, esta lógica implicaría que el varón carece de la imagen femenina y la mujer de la masculina, lo que significaría que a cada uno le falta la mitad de la imagen de Dios. Por el contrario, la Biblia enseña que cada ser humano, sea hombre o mujer, refleja la imagen completa de Dios (Stg. 3:9). Así, por ejemplo, Pablo en 1 Corintios 11:7 dice que el varón es imagen y gloria de Dios, demostrando que al menos el varón tiene la imagen completa de Dios; pero esto no excluye a la mujer. Más bien, de aquí se infiere que, si el varón es a imagen de Dios, también lo es la mujer, porque “creó Dios al hombre a su imagen; varón y hembra los creó” (Gén. 1:27), es decir, el varón y la mujer, ambos son a imagen de Dios sin faltarles nada. Además, como Dios es Espíritu (Jn. 4:24), su imagen no tiene relación con características físicas o de género, sino con atributos espirituales como justicia, amor, intelecto y santidad. Obviamente estas características han quedado reducidas a vestigios por causa del pecado, pero aun así la imagen de Dios permanece como algo espiritual y común a cada individuo de manera total y completa.
2. La única forma de sostener el argumento de la IDDSMM es ignorar deliberadamente otros textos de la Escritura que aclaran el tema. La Palabra de Dios sí enseña que Cristo (el verdadero y no Ahn Sahng-hong) tiene una Esposa. Pero esta Esposa es la Iglesia, como se muestra claramente en pasajes como Jeremías 31:32, Oseas 2:16-20, 2 Corintios 11:2 y Efesios 5:22-33. A partir de esto, podemos deducir que, si la Iglesia es la Esposa, y esta Esposa es la Jerusalén celestial (Ap. 21:2, 9-10), entonces la Iglesia es la Jerusalén celestial y la Madre mencionada en Gálatas 4:26. Además, es la verdadera Esposa de Apocalipsis 22:17, que invita a todos por medio de la predicación del Evangelio a recibir el agua de la vida que Jesucristo, el Esposo, ofrece gratuitamente a quienes le buscan.
3. Conclusión
A partir de lo expuesto, podemos llegar las siguientes conclusiones:
1. La IDDSMM ataca pilares doctrinales fundamentales de la Iglesia, como la Trinidad, la Persona de Cristo y su Segunda Venida, la salvación solo por gracia solo por medio de la fe que justifica, etc. Sin embargo, sus creencias se fundan en argumentos débiles y fácilmente refutables a la luz de las Escrituras.
2. Aunque un grupo pueda adoptar cualquier nombre, si “no mantiene la indubitable fe cristiana universal íntegra e inviolada” (Credo de Atanasio), particularmente en relación con la Trinidad y el verdadero Cristo, no puede considerarse una verdadera Iglesia ni a sus miembros verdaderos creyentes. Por tanto, cuando somos abordados por personas que predican este falso evangelio, debemos predicarles las Buenas Noticias del verdadero Cristo, y la reconciliación con el Padre por medio de la fe en su Hijo.
3. Es esencial evitar interpretaciones privadas de la Escritura. Debemos recordar que la Escritura es perspicua, lo que significa que es clara en todos los asuntos de fe y práctica, tanto que aun lo que puede parecer oscuro se interpreta a la luz de lo que es más claro. Y debemos reconocer que no somos más sabios que toda la Iglesia en toda la historia.
