Por Andrea Guachalla
Abril 5, 1815
Los soldados británicos en Makassar escuchan el sonido de cañones disparando cerca. Por el estruendoso sonido se siente que los cañones están tan cerca que casi podrían estirarse y tocarlos con sus propias manos.
¿Quién los está disparando?
El comandante esta casi seguro de que hay una batalla tomando lugar entre los pueblerinos en las afueras de Makassar en la región ahora conocida como Indonesia.
Los incesantes disparos continuan desde el 5 de abril hasta el 6 de abril.
¿Quién es?
No pueden ver a nadie aproximándose a la ciudad. Sin embargo, los soldados británicos son mandados a prepararse en caso de que sean atacados. Están todos parados afuera.
“El día está inusualmente oscuro.” Suspira uno de los soldados.
De repente, los disparos cesan. Son las siete de la mañana.
Se sienten obligados a mirar hacia arriba por una fuerza invisible.
Sudoeste, en el cielo, una nube gris masiva está cubriendo el horizonte y el sol pálido.
Hay una misteriosa quietud que hace a todos sentir intranquilidad.
No es una nube.
Es un cúmulo de cenizas que fueron disparadas 45 kilometros hacia el cielo y ahora está cayendo lentamente sobre el Monte Tambora 500 km al sudoeste de la posición de los soldados, donde el día anterior hubo una explosión volcánica masiva.
Cuatro días de quietud y confusión por venir.
“Como una niebla de cenizas fluyó a través de la lava, el sol se desvaneció; el tibio, húmedo aire se hizo sofocante, y todo pareció extrañamente silencioso.”
William Klingaman
Abril 10, 1815
Tambora erupciona de nuevo a las 7 am, los marineros a lo lejos ven tres columnas de lava flamante, cenizas y rocas fundidas lloviendo sobre su pequeña villa Sanggar.
La Villa de Tambora desaparece bajo la lava y rocas.
12.000 nativos mueren al no poder escapar.
Plantas y animales perecen al sonido de las explosiones tipo cañón que vienen del volcán.
Abril 11, 1815
No hay sol.
No hay viento.
Miles de personas huyen a villas cercanas buscando ayuda y comida mientras las cenizas junto a 55 millones de toneladas de dióxido de Sulfuro viajan alto y más alto, asentándose eventualmente en la estratósfera, donde se combinan con hidróxido gaseoso y forman 100 millones de toneladas de acido sulfúrico que luego cubrirán toda la tierra.
Ahora hay un velo mortífero y nadie puede verlo. Aun así, viaja con la corriente de aire dominante a través del hemisferio norte.
Diciembre, 1815
Es el invierno más frío de los últimos 200 años. Tormentas, viento y nieve caen todo alrededor de Europa.
¿Nieve?
Nieve rojiza. En todo Italia e Hungria.
Partículas de Sulfuro se han estado asentando en la tropósfera por los últimos meses, y han estado formando el núcleo de los copos de nieve que luego caen en todo Europa, dandole a la nieve ese inusual tono rojizo.
Las partículas suspendidas dispersan la luz del sol en la tropósfera, y las partículas caen a la tierra ocasionando la muerte de cultivos e inevitablmente hambruna y enfermedad. Tiempo después hay pobreza y masas de personas migran de un lugar a otro.
“En lugar de amanecer, hay solo oscuridad.”
William Klingaman
Muchos piensan que es el fin de los tiempos.
Sin embargo, no todo es malo…
Hay una sutil belleza que casi consuela los corazones. Una sutil belleza que hace que todos olviden los apocalíoticos tiempos por cuanto tiempo dura.
Las partículas de cenizas que se dispersaron a lo largo de todo el globo dispersan la luz del sol de tal forma que el atardecer tiene un asombroso tono rojizo-purpúreo en el horizonte. Se siente casi como estar rodeado por un quieto y flameante…
Fuego.
Se siente casi como un sueño.
Un ensueño.
“Veo fuego.” Murmura Mary mientras mira calladamente a través de la ventana de un café londonés.
Junio 10, 1816
Un oscuro, frio verano alborea en toda Europa y Norteamérica.
Los efectos de las cenizas dispersando la luz del sol se sentirán los siguientes tres años. Pero este año son particularmente fuertes.
Oscuridad y frialdad. Clima adverso.
La gente permanece aislada en sus casas por semanas sin fin.
La hija del renombrado filósofo William Goodwid, Mary Goodwid de 18 años de edad, un doctor llamado Polidori y los famosos poetas Percy Shelley, y Lord Byron, permanecen encerrados en una casa en Suiza. remain locked down in a house in Switzerland. Sin poder salir fuera de la casa. Igual que todos los demás.
Lo que se suponía sería un divertido verano, termina siendo uno oscuro.
Termina siendo el “año sin verano.”
“Escribamos cada uno una historia de terror y veamos a quien se le ocurre la mejor.” Reta Byron por aburrimiento a todos los demás en la casa.
Nadie se toma el reto muy en serio, excepto Mary.
Ella se pasa noches sin dormir intentando idear una historia digna de impresionar a dos ilustres escritores.
Ella, una muchacha de 18 años que nunca recibió educación formal.
Ella, aislada en una casa a las faldas del Lago Geneca durante un frio verano sin precedentes.
Junio 16, 1816
Noche tormentosa.
Mary se despierta de repente a las 2 de la mañana y se sienta a escribir su primera y más horrorífica historia.
“Mientras la luna luchaba por entrar a través [de la ventana].”
Mary Goodwid
Con tinta negra y papel escribe su visión de un hombre… Victor. Un joven excéntrico que trabaja secretamente en una técnica para impartir vida a materia no viviente.
Humanoide. Decide crear un humanoide.
Sin embargo, no siendo capaz de recrear las partes más pequeñas de un cuerpo humano, termina creando un humanoide significativemente grande.
En la mente de Mary y las manos de Victor nace un mounstro:
Frankenstein.
Un gigante humanoide no viniente fue traido a la vida 204 años atrás, nacido de cenizas y tinta, de la misma forma que un diminuto virus no viviente fue traido a la vida en el cuerpo de alguien hace unos meses… Un virus que, como las cenizas, cambió el mundo.
Noviembre 17, 2019
“Deberías ir al doctor,” dice la hija del hombre a través del teléfono, “ya has estado enfermo mucho tiempo.”
Se sienta en el sofá sosteniendo el teléfono en su mano y dice después de tocer audiblemente: “Está bien, lo haré.”
Toma sus llaves, papeles y su teléfono. No tiene auto así que va en transporte público. Después de días de estar enfermo y con el cuerpo debilitado a sus 55 años, apenas logra llegar al hospital e intenta no tocer.
Está temblando y tociendo cuando entra, ha tenido una fiebre imprecedente por días.
“¿Razón para ingresarse?” Pregunta la recepcionista indiferentemente.
“Un resfrío fuerte” responde el hombre.
Pero no es un resfrío.
El diagnóstico medico dice al final del día:
“Pneumonia causada por un virus desconocido.”
Un virus desconocido, que como las cenizas de Tambora, esta empezando a propagarse.
Desde Wuhan, China al resto del mundo. Así como, hace 204 años, la muerte se propagó desde Indonesia por el aire.
Diciembre 30, 2019
Li Wenliang ha visto suficiente en el Hospital Central de Wuhan, está preocupado. Solo en las últimas semana ha visto siete casos de un virus parecido al temido SARS, que causó una epidemia global en 2003.
Él sabe. Este es un brote.
Envía un mensaje a un grupo de chat de doctores. Algo así como: “…hay un brote… …utilicen ropa protectora… …evitar la infección.”
Cuatro días despues lo visita la policía. Lo siguiente que ocurre: está firmando una carta afirmando que ha estado haciendo falsos declaraciones y disturbando el orden social.
“Propagando rumores.” Eso es lo que dicen las autoridades.
Rumores que un mes después hacen que la Organización Mundial de la Salud declare emergencia de salud mundial.
En febrero 7, posiblemente despues de semanas de haber contraído el virus desconocido, él cierra sus cansados ojos. Y nunca los abre de nuevo.
En febrero 11, se le pone nombre a la diminuta entidad que mató al doctor que lo primero la notó: Covid-19.
Panico mientras las autoridades deciden cerrar fronteras y la gente se avecina en hordas a los hospitales.
Panico y miedo. Muerte y enfermedad… Y un Año Nuevo Chino que siempre se recordará.
Pero se siente distante para el resto del mundo.
“Eso no nos pasará,” la gente piensa. Hasta que…
Febrero 14, 2020
Día de San Valentín.
La primera muerte por Covid-19 se registra en Francia. Un turista chino.
Nueve días despues, en febrero 23, el primer brote mayor se da al sudeste de Milán, Italia. En el curso de dos días el número de infecciones va de 5 a 150.
Gente sale. Gente entra.
Gente en los buses . Gente en los trenes.
Cenizas. Cenizas propagándose por todo el lugar.
Los números saltan de 1 a 10, de 1.000 a 10.000 a… Se elevan, se elevan, los números se elevan. En China, en Europa, en Norteamérica.
“Veo fuego” dice una pequeña niña.
Un flamante atardecer rojizo en Italia anuncia: Viene la primavera… Pero no viene en realidad.
Marzo 12, 2020
Mi teléfono suena, tu teléfono suena. Es la escuela, el trabajo, un amigo: “La escuela está cerrada.” “El trabajo se cancela.” “Los jardines de niños se cierran.” “Las fiestas de cumpleaños se reprograman o cancelan.”
“No se permiten reuniones de más de 100 personas” se lee en las noticias. Y unos minutos después “No se permiten reuniones de más de 50 personas.”
No suena tan mal. Dos muchchas toman comparten un café en un restaurant celebrando sus cumpleaños en Marzo. Parece que la vida es casi normal… Aunque los cumpleaños ya vienen sin abrazos.
“No se permiten más de 6 personas sentadas en la misma mesa en los restaurants.”
“Grupos de personas reunidas en espacios públicos serán multadas. ”
“No abrazos, no besos, no saludos tomando de la mano.”
“La gente no debe caminar a menos de 1 metro de distancia en la calle.”
Quédense en casa.
Quédate en casa.
Por favor, Mary, quédate en casa.
Las cenizas… Ten cuidado.
Marzo 20, 2020
La primavera está oficialmente aquí. Pero no se siente como primavera.
Los días son templados, el cielo está azul. Pero las calles están vacías y los mercados llenos. La policía va alrededor de la ciudad, dispersando grupos de gente.
“Solo voy a comprar al mercado” es la mejor excusa.
Hay una quietud opresiva, una fuerza invicible que te fuerza a mirar alrededor. Asustado. No son cenizas en el cielo esta vez, son cenizas microscópicas en el aire… En tus manos, En el bus. En las escaleras.
“¿Te lavaste las manos?,” es la pregunta más frecuente.
Marzo 22, 2020
Otro silencoso pero inquieto domingo de quedarse en casa. Atareado, pero tranquilo.
Alguien pregunta: “¿Ideará alguien, encerrado en los confines de su casa, una historia? ¿Traerá alguien a la vida materia no viviente? ¿O creará una pieza de música todavia no escuchada? ¿O la visión de una pintura todavia no vista?”
En el año 2225, ¿Alguien mirará atrás y recoradará a otra Mary Goodwid? ¿O a otro Bethoven? ¿O a otro Schubert?
Porque eso es lo que haces con las cenizas y los viruses. Esos es lo que haces cuando se devela la homogeneidad y debilidad de la humanidad… Eso es lo que haces con “el año sin primavera.”
CREAR.
References:
- William Klingaman, Nicholas Klingaman (2013). The year without summer: 1816 and the volcano that darkened the world and changed history. St. Martin’s Press, New York.
- Lucy Veale, Georgina Endfield (2016). Situating 1816, the “year without summer” in the UK. The Geographical Journal, Vol 182, N°4.
- Martin Wegmann, et al. (2014). Volcanic influence on European summer precipitation through monsoons: Possible cause for the “years without summer.” Journal of Climate, Vol. 27.
- Ian Ritchie (2016). How the year without summer gave us dark masterpieces. The Guardian.
- Tim Radford (2011). Frankenstein’s hour of creation identified by astronomers. The Guardian.
- The Biography.com website (2014). Mary Shelley Biography. A%E Television Networks.
- Anne Kostelanetz Mellor (1989). Mary Shelley: her life, her fiction, her monsters. Routledge, New York&London.
- Muriel Spark. Mary Shelley. Garcanet.
- Louise Othello (2012). Reading Between the lines. Master thesis.
- Derrick Bryson Taylor (2020). A timeline of the Coronavirus. . The New York Times. March 19th, 2020.
- Li Wenliang: Coronavirus kills Chinese whistleblower doctor. BBC News. February 7th, 2020.
- The Chinese doctor who tried to warn others about coronavirus. BBC News. February 6th, 2020
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