la/ella ANNE HATHAWAY: “un nuevo mundo (gay) emergerá”

Por Andrea Guachalla

“Sabemos que más allá de la idea de cómo los hombres
y las mujeres son diferentes, hay una verdad más profunda:
que el amor es amor y los padres son padres”.

– Anne Hathaway

Las palabras de Anne Hathaway, quien fue criada como católica con “fuertes valores”, se hizo mundialmente conocida por su carrera como actriz y ahora ha sido, durante años, Embajadora de las Naciones Unidas Mujeres luchando por la igualdad de género, el matrimonio gay y el lenguaje inclusivo.

 Al igual que sucedió con Emma Watson, la Organización de las Naciones Unidas lo volvió a hacer. Eligió a una actriz ampliamente conocida para defender la igualdad de género en base a datos estadísticos unifactoriales, razonamiento subjetivo, sentimientos desdeñosos y el orgullo que siente su familia por ser abiertamente amadora y empática hacia la comunidad LGBTQ. Cualquier “ser humano decente” apoyaría a la comunidad LGBTQ, dijo ella en su discurso de la Campaña de Derechos Humanos en 2008, cuando recibió un premio por su activismo LGBTQ. Solo los “seres humanos indecentes” NO apoyarían a la comunidad LGBTQ, es la idea que permanece sin decir.

Su discurso en la Campaña de Derechos Humanos en 2017 muestra que Anne está profundamente preocupada porque los padres no reciben licencia de maternidad o paternidad remunerada debido al hecho de que ella misma se convirtió en madre en 2016. Afirma que los padres deben pasar más tiempo con sus familias, e incluso afirma que, de hecho, EE. UU. es el único país de altos ingresos que no ofrece licencia de paternidad remunerada a los trabajadores. Todo suena bien hasta que llega al punto en que explica la razón por la que está tan preocupada porque los hombres no reciben el esta licencia de paternidad: esto impide que las mujeres se liberen por completo y demuestra que no hemos alcanzado la “plena igualdad”. En sus palabras: “Para liberar a las mujeres, necesitamos liberar a los hombres”.

 Suena como una frase pegadiza, ¿cierto? Pero analicémosla por un segundo.

¿Necesitamos liberar a los hombres de qué? En su discurso explica que: los hombres deben liberarse del estereotipo de que deben ser los proveedores de su hogar porque también tienen un papel en la familia. Ahora, por un lado: ¿por qué se considera un mal estereotipo el que se suponga que un hombre debe mantener a su familia? ¿Causa daño a la esposa? ¿Causa daño a los niños? Al hacerlo, sin descuidar el tiempo de calidad con la familia, ¿está perjudicando a la sociedad o discriminando a las mujeres? No. ¿Por qué se considera entonces que es más valioso tener un trabajo de tiempo completo y todo el estrés que conlleva que cuidar a los niños en casa? Que un hombre vaya a trabajar no significa que esté renunciando a su rol de padre, aunque puede suceder cuando no se entiende bien el rol de la paternidad, solo significa que está cumpliendo con su rol de proveedor.

 Ahora a la segunda parte: Según Anne, necesitamos liberar a las mujeres… ¿de qué? Del estereotipo “discriminatorio” de que las mujeres deben cuidar del hogar y de los niños. Sus palabras, no las mías. Preguntémonos entonces para entender mejor sus afirmaciones: ¿De que forma es discriminatorio ser madre y ama de casa? ¿Por qué la maternidad y la hospitalidad son menos valiosas que trabajar turnos de 8 horas? Aparentemente, todo lo que las mujeres ven en este escenario es que nos están previniendo de perseguir nuestros sueños académicos… Por eso estamos llamadas a luchar por el derecho de las mujeres a trabajar a tiempo completo y estar lejos de sus hijos. Estamos llamados a promover que los hombres se queden en casa y que las mujeres trabajen a tiempo completo. ¿Causa daño al esposo el que no trabajemos si él puede proveer? Claro que no. ¿Causa daño a los niños? NO. Tener una madre dedicada que los cuide es mucho mejor que tener dos padres que están parcialmente ausentes del hogar.

 ¿Cuál es entonces la igualdad que promueve Hathaway?

 Si vas y escuchas sus discursos, parece que ella aboga en apoyo a la familia nuclear y tener hijos, de hecho. Pero créeme, escuchar más que un par de minutos de sus discursos te decepcionará. Su enfoque no es el apoyo a la familia, sino la búsqueda de la igualdad de género en un contexto familiar. Los hombres y las mujeres no son diferentes en su opinión, por lo que ambos deben trabajar Y cuidar del hogar y de los niños por igual. Como resultado lógico, en un hogar donde ambos padres trabajan y tienen menos tiempo para los hijos, ¿quién los cría? El estado y la televisión. Ese es el objetivo final con todo esto, que el estado asuma la responsabilidad de cuidar tanto de los padres proporcionando licencias de paternidad remuneradas, y de los niños proporcionando educación. Todo eso cae fuera de la jurisdicción del gobierno. 

También notarás que su defensa de la licencia de paternidad por “el bien de la familia” va indiscutiblemente unida a su activismo LGBTQ. Ella no apoya al núcleo familiar tal como lo conocemos, precisamente porque, en su opinión, no hay diferencias entre hombres y mujeres. Para ella, familia nuclear significa familias con dos papás y dos mamás también. Se enorgullece durante su discurso al anunciar que un embajador de la ONU ofrecerá una licencia de paternidad “neutral en cuanto al género” a sus empleados, con el fin de beneficiar también a los padres LGBTQ. Aunque es madre, no comprende que un niño necesita un padre HOMBRE y una madre MUJER y, por supuesto, ignora los datos estadísticos sobre las parejas del mismo sexo que deciden criar hijos.

 Según un estudio realizado por el doctor Paul Sullins, hasta el 90% de los adolescentes y adultos que han sido criados por padres del mismo sexo informan haber sido abusados. como referencia toma este dato: el abuso infantil reportado es de solo el 14% en la población estadounidense en general según los CDC (Centros de Control y Prevención de Enfermedades). El Dr. Sullins explica que el hecho estadístico era de esperarse ya que existe una “tendencia bien documentada hacia mayores niveles de violencia íntima en las parejas del mismo sexo”. También informa que los adultos criados por padres del mismo sexo tienen dos veces más riesgo de depresión y tienen niveles más altos de angustia que la población en general. Cuando compara dos grupos de muestra, uno compuesto por niños criados por padres del mismo sexo y otro por niños criados por una madre y un padre, encuentra que, aunque los niños criados por padres del mismo sexo experimentan menos bullying (estadísticamente), experimentan un estrés psicológico más grave, mayores discapacidades intelectuales y de aprendizaje y riesgo de problemas emocionales.

 ¿Anne Hathaway o alguien que apoye el matrimonio homosexual y la adopción homosexual se preocupara por alguna de estas cosas? No. Están ciegos a los hechos. ¿Por qué? Porque se les ha enseñado que los sentimientos son más importantes que los hechos, y en este escenario, lo único que importa es hacer que la comunidad LGBTQ se sienta aceptada y apreciada. ¿Por qué? Porque “el amor es amor y los padres son padres”. Se niegan a escuchar cuando los científicos dicen:

 “Las parejas del mismo sexo no pueden concebir un hijo que sea la descendencia biológica
de ambos miembros de la pareja, de la misma manera que todo niño concebido
por parejas del sexo opuesto si lo es, es difícil concebir cómo padres del mismo sexo
podrían replicar el nivel de beneficio para el bienestar del niño como se da en el caso de las
parejas de sexo opuesto que involucran a dos padres biológicos “.

– D. Paul Sullins, Departamento de Sociología, Universidad Catolica de America

El amor se reduce repentinamente a la preferencia sexual de uno, y ser padre o madre pierde el sentido. La feminidad y la masculinidad deben redefinirse en favor de la igualdad de género, la inclusión de género, la identidad de género y la orientación sexual… Los hombres deberían quedarse más en casa, y las mujeres deberían trabajar más y conseguir posiciones de poder, las parejas de gays y lesbianas deberían poder adoptar niños, incluso cuando todo eso signifique que la pareja, los niños y la sociedad sufran y paguen las consecuencias. Pero, ¿qué significa todo eso incluso si el género supuestamente no existe? ¿Qué es esta lucha por la “liberación de la mujer” si la palabra “mujer” no puede ser definida por el mundo posmoderno de hoy?

El emergimiento de un nuevo mundo gay, izquierdista y feminista. Eso es lo que pide Hathaway en su discurso en la Campaña de Derechos Humanos, donde recibió un Premio Nacional de Igualdad en 2018. 

¿Qué se supone que debemos hacer como cristianos y conservadores? ¿Se supone que debemos escuchar pasivamente a actrices millonarias como Emma Watson y Anne Hathaway, que fueron criadas por una madre y un padre decir que “el amor es amor, así que dale ese ese niño a esa pareja gay”? ¿Se supone que debemos creerles cuando afirman haber experimentado opresión femenina mientras que al mismo tiempo son las actrices mejor pagadas en la historia del entretenimiento? ¿Seremos, como ellas, adoctrinados en universidades como la Universidad de Nueva York, Vassar College y la Universidad de Brown, donde se alienta a los estudiantes a presentarse compartiendo sus pronombres y preguntar las de otros para evitar “confundir la identidad sexual” de otros? ¿Permitiremos el emergimiento de un nuevo mundo gay y el daño que traerá sin contraatacar? ¿Ignoraremos también hechos estadísticos y análisis científicos y basaremos nuestras afirmaciones en análisis estadísticos unifactorial?

No toleraremos nada de esto. Nosotro si tenemos una definición de lo que es la feminidad (Proverbios 31) y la masculinidad (1 Pedro 3: 7, Efesios 5), y aceptamos el papel que tienen los hombres como proveedores, protectores y líderes espirituales y el papel de las mujeres como dadoras de vida, cuidadores de niños y amas de casa en el contexto familiar. Lejos de ser discriminatorias, esas cosas son buenas para nosotros, para los niños y las familias que nos rodean. Nuestra definición de amor va más allá de nuestras preferencias sexuales (pecaminosas) (1 Corintios 13) e incluye amar incluso a nuestros enemigos y buscar el bien de los demás antes que el nuestro. En oposición a la idea posmoderna de que la verdad es relativa y todo es permisible siempre que te haga sentir bien (1 Corintios 10:23), sabemos que la verdad es objetiva y absoluta, y está definida por Aquel que creó a la humanidad .  

Seamos hombres y mujeres que nos atenemos a la verdad de Dios. Seamos personas que se preocupan por los hechos y no por meros sentimientos porque sabemos que los sentimientos pueden ser engañosos. Seamos hombres y mujeres que no vivan pasivamente esperando el emergimiento de un mundo gay, más bien vivamos en la esperanza y el gozo esperando la segunda venida de Cristo y el emergimiento de un mundo gobernado por Aquel que nos enseña el estándar de lo que es bueno y lo que es santo.


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