SEIS COSAS QUE LA IGLESIA PUEDE HACER SOBRE EL ABORTO

Por Gabrielle Stafford

El aborto ha sido un gran tema de actualidad durante años. 

En 1973 se legalizó el aborto en Estados Unidos a nivel federal con el caso Roe v Wade. Solo este año (junio de 2022) este se anuló, lo que significa que el tema del aborto se ha vuelto un problema estatal en lugar de un problema federal en mi país.

Esta es una gran victoria en el movimiento provida en Estados Unidos, ya que muchos estados han declarado ilegal el aborto y se han cerrado múltiples centros de aborto, pero todavía hay otros estados en Estados Unidos donde los bebés siguen siendo asesinados. Sin mencionar todos los países del mundo (como China, Canadá y muchos en la Unión Europea) que abrazan y celebran el asesinato intencional de niños inocentes en gestación, ya sea al principio del embarazo o hasta los nueve meses.

En el último año, he pensado mucho sobre lo que la iglesia puede hacer con respecto al tema del aborto dado que muchos de los clientes con los que he hablado que iban a centros de aborto locales me contaron que son cristianos o que al menos creen que Dios es real y que el aborto está mal, pero aun así entran a estas clínicas para recibir diversos servicios. 

No todos los que asisten a la iglesia pertenecen a Dios. Algunos pueden haber crecido en la iglesia, pero su vida aún no ha sido transformada ni cambiada y, por lo tanto, no son hijos de Dios. Y hay otros que solo asisten a la iglesia en ocasiones especiales y pueden creer en Dios, pero no están lo suficientemente intrigados como para aprender más y aceptar el mensaje del evangelio. Esto es definitivamente importante de notar cuando se habla de la iglesia. Estoy hablando de la iglesia universal, no de un edificio, sino de un cuerpo de creyentes en todo el mundo cuyas vidas han sido transformadas por la verdad del evangelio y el poder del Espíritu Santo.

Creo que la iglesia, en su conjunto, ha guardado demasiado silencio sobre el tema del aborto durante demasiado tiempo. 

Hay iglesias que tienen demasiado miedo. Miedo a las reacciones de su congregación. Miedo a ser “políticamente correctos”. Luego están las iglesias, que puede ser que hayan sido o no ordenadas por Dios, que de alguna manera justifican el aborto, y por lo tanto, se les hace creer que el aborto está bien a quienes asisten a esa iglesia, especialmente en situaciones “particulares”. 

Como hijos de Dios que han sido transformado por Él y ahora tenemos la Palabra de Dios como el estándar por el cual vivimos, debemos comenzar a comprender que el aborto es un pecado contra Dios, sin importar cómo se lo presente en las noticias. Empezamos a entender que el aborto es el asesinato intencional de una vida humana. 

Para aquellos que son verdaderamente parte de la familia de la fe, no hay forma en que podamos apoyar algo que Dios odia. Como pueblo de Dios, ni siquiera debemos apoyar las instalaciones de aborto de ninguna manera.

Estoy hablando a la iglesia verdadera. Aquellos que han sido apartados por Dios para hablar la verdad de Su Palabra, a pesar de lo que la cultura diga, abrace o celebre. Aquellos que son parte del Cuerpo de Cristo deben denunciar al mundo, todas sus mentiras y maldades. 

Hablar del tema del aborto entre el pueblo de Dios desde un punto de vista bíblico, y también de la pureza ante Dios, es muy importante. No solo debemos abordar el mal del aborto y que es un pecado contra Dios y una bofetada directa en Su rostro, también debemos hablar sobre la pureza y la santidad. Deberíamos estar hablando del diseño de Dios para la sexualidad y el matrimonio, y la belleza de seguir el orden de Dios en lugar de ceder a la distorsión del mundo de lo que Dios creó originalmente con un propósito eterno. 

Desde mi experiencia, ciertamente hay personas que se sienten un poco indecisas sobre el aborto dentro de la iglesia, pero se debe más a la falta de comprensión que a la creencia de que el aborto está realmente bien, por lo tanto, si Dios nos guía, podría ser beneficioso hablar sobre los argumentos pro-aborto más comunes, o los problemas que podrían surgir durante el embarazo de una mujer que le hace creer que necesita un aborto. Dar entendimiento en esta área ayudará a la batalla interior que algunas tienen y las calmará, ayudándolas a ser capaces de simplemente caminar en la verdad de Dios y no ser influenciadas por el mundo. 

Como LA IGLESIA del VIVIENTE , debe haber unidad en el tema del aborto, y debemos abordar preguntas o cualquier duda o inquietud, que es justamente lo que se necesita para unir a todos en una asamblea local dada, para que todos estemos hablando el mismo lenguaje, con el mismo entendimiento. La unidad es tan importante. 

¡Alabado sea Dios por los pastores que han hablado, y siguen hablando la verdad sobre la vida que comienza en la concepción y el aborto, y han abordado la verdad sobre el orden, la abstinencia y la pureza de Dios desde un punto de vista bíblico! Pero los cristianos aún necesitan despertar y comenzar a defender la vida.

Entonces, ¿qué puede hacer la iglesia con respecto al tema del aborto? 

1. Orar

Lo primero que el Cuerpo de Cristo puede hacer es orar. La oración es poderosa y puede llegar a lugares donde nosotros no podemos.

Ora por las mujeres, los bebés, los padres y las familias, los abortistas y todos los involucrados. 

Ora para que Dios los alcance, ora para que las mujeres se encuentren con Jesús. Ora para que las mujeres encuentren a alguien que camine junto a ellas y les brinde la ayuda y los recursos que necesita. 

Ora por el fin del aborto. Ora para que Dios alcance los corazones de aquellos involucrados en la industria del aborto. 

Ora para que los padres, familiares y amigos den un paso adelante, no alienten el aborto. Ora por aquellos que están activamente en la lucha por la vida, por fuerza, audacia, sabiduría, coraje y protección.

Ora para que Dios te guíe si se supone que debes unirte a la lucha y participar activamente de alguna manera. 

Nuestras oraciones son tan poderosas y sabemos que cuando oramos de acuerdo con Su Palabra, Él nos escucha y honra nuestras oraciones, incluso cuando no vemos el resultado. ¡Oremos!

2. Educar, Enseñar e Informar sobre el aborto

Los cristianos deben tomarse el tiempo para enseñar sobre el aborto desde una perspectiva bíblica y educar al pueblo de Dios sobre detalles relacionados con el tema del aborto que podrían ser útiles, como el aborto quirúrgico versus el químico, y lo que ambos métodos hacen en el cuerpo y el bienestar mental de la mujer.

Algo que también podría ser útil es tener un centro local de embarazo u organización que trate directamente con clientes durante y después del embarazo, y aquellos que tratan con clientes de aborto de alto riesgo, para dar información sobre lo que está pasando en el campo de batalla. 

3. Buscar pureza y santidad 

Hablar de pureza es otro tema clave, especialmente cuando se dirige a los jóvenes. 

Caminar en pureza y santidad ante Dios fluye de una relación personal e íntima con Él, y realmente no se puede hacer sin el Espíritu Santo. Por lo tanto, es muy importante señalar a las personas a Cristo y la búsqueda de una relación con Él.

Idealmente, aquellos que se han encontrado con Dios y han sido transformados por el poder del Espíritu y las Buenas Nuevas del evangelio, buscan agradar a Dios en todas las cosas, lo que incluye buscar la pureza. No únicamente la pureza que se nos enseña dentro de los límites de esperar el matrimonio para tener relaciones sexuales, sino la pureza ante Dios como Su hijo, que incluye más que simplemente abstenerse de tener relaciones sexuales.

La Palabra de Dios en 2 Timoteo 2:22 nos ordena: “Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor”.

4. Ser un lugar seguro para aquellas que están enfrentando un embarazo no planeado

Oramos para que quienes nos rodean, especialmente dentro de la iglesia, nunca se enfrenten a un embarazo no planeado fuera del matrimonio, sin embargo, si esto toma lugar oramos porque el Cuerpo de Cristo sea un lugar seguro donde estas mujeres puedan pedir consejo y ser acompañadas.  

¿Cómo sabrán que somos un lugar seguro? Puede implicar comunicarse y hablar sobre ello en la iglesia para que las personas sepan que si alguna vez se encuentran en esa situación, pueden abrirse y buscar ayuda, o simplemente en relaciones personales y conexiones con quienes te rodean. 

Una cosa que me rompe el corazón es que las personas, por la razón que sea, no se sienten lo suficientemente seguras como para abrirse y hablar con alguien en su iglesia, así que luchan solas y deciden abortar. El motivo puede ser vergüenza, culpa o miedo al rechazo y, a veces, es simplemente orgullo. 

Como manos y pies de Dios, debemos estar listos y dispuestos con brazos abiertos y amorosos para amar, perdonar y ayudar a quienes se encuentran en situaciones de embarazo. El amor puede parecer un poco difícil cuando se combina con la reprensión o la exhortación, cuando es dirigido por Dios, pero en medio de cualquier disciplina o conversación del liderazgo, los padres o la familia en Cristo, debe estar el amor de Cristo en el centro de todo. 

En algunas situaciones puede ser necesaria la franqueza y exhortación, pero al final del día, las personas deben saber que las cuidamos y las amamos con el amor de Cristo. 

5. Asociarse con centros y organizaciones de natalidad 

Encontrar centros locales de natalidad y organizaciones pro-vida cerca de usted es otra buena manera de involucrarse como Iglesia. 

Individual o corporativamente, puede haber oportunidades para ser voluntario, asociarse con ellos donando financieramente, y tal vez incluso desarrollar un proyecto para que las familias puedan recibir y donar suministros, finanzas, paquetes de atención, etc.  

No sabrás como puedes asociarte con un centro local de natalidad u organización pro-vida hasta que te comuniques con ellos y preguntes.

6. Camine junto a las mujeres, organice baby showers y colectas de pañales

Ya sea que tengas personas en tu vida o personas dentro de tu asamblea local que se encuentran en situaciones de crisis de embarazo y necesitan ayuda, puedes caminar junto a ellas durante y después de su embarazo. ¡Un par de formas prácticas pueden ser organizar un baby shower y/o una colecta de pañales!

Caminar junto a una mujer podría significar invitarla a vivir contigo por un tiempo, llevarla a las citas médicas, simplemente estar allí, disponible para hablar, conectarla con los recursos que necesita y hacer un seguimiento para asegurarse de que reciba lo que necesita. Si ella está luchando más en términos prácticos y financieros, puedes ayudarla a encontrar un trabajo, comprar comestibles, suministros para bebés, etc.

Pregúntale a Dios cómo tu, individualmente o como Cuerpo corporativo de Cristo, puedes y debes involucrarte en servir a las mujeres y luchar contra el mal del aborto 

Como hijos de Dios, hay algo que podemos hacer con respecto al aborto, y permanecer en silencio no es una opción. Las vidas están literalmente en juego y, como mínimo, todos deberíamos orar y estar abiertos a que Dios nos use para defender la vida de manera práctica. 

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