Por Andrea Guachalla
Hace unos meses estaba hablando con una hermana de la iglesia sobre la posibilidad de continuar mis estudios de posgrado, ya que la posibilidad de formar una familia no me parecía ni remotamente plausible. Había estado soltera desde siempre y no había ningún pretendiente a mi alrededor. Cuando le expliqué que anhelaba casarme y tener una familia, pero había llegado a la conclusión de que ya era hora de aceptar que ese no era el plan de Dios para mí, me entristecí.
Había pasado tantos años orando por ello, leyendo libros sobre el matrimonio, aprendiendo sobre lo que es ser esposa y madre, y observando a mujeres casadas para aprender cómo son el matrimonio y la maternidad… Me había tomado tanto tiempo reorganizando mi vida, trabajo y proyectos para que fueran adecuados a la vida de una ama de casa e invertí gran parte de mis recursos en cosas que luego podría ofrecer a mi futura familia… ¿Y todo para qué?
Años de espera.
En mi punto más bajo llegué a arrepentirme de haber puesto tanto de mí en algo que Dios parecía no haber planeado para mí. Y eso es exactamente lo que le dije a la hermana con la que estaba hablando. “¿De que sirvió haber invertido tanto tiempo aprendiendo y preparándome para el matrimonio? ¿Por qué lo hice?”
Después de escucharme, dijo las dos mejores cosas que podría haber dicho: 1) Nunca te arrepientas de haberte preparado para el matrimonio. 2) Todo lo que hagas, hazlo para el Señor, sin esperar que él cumpla tus anhelos. Ahora, meses después, reconozco que no podría haber tenido más razón. Todavía estoy soltera, aunque en una relación, pero el simple hecho de estar en una me hizo notar que nada de lo que hice fue en vano.
Hace unas semanas escribí un artículo sobre las cosas que una mujer soltera no debería hacer. ¡En este artículo déjame compartir algunas cosas que creo que definitivamente deberías hacer si deseas prepararte para el matrimonio! Descubrirás que muchas de estas cosas no sólo te prepararán para el matrimonio, sino también para tener buenas relaciones con quienes te rodean, especialmente tu familia.
1. Ora
Presenta cada uno de tus anhelos al Señor en oración. Esto se aplica a todos los ámbitos de la vida, pero para nosotras, mujeres solteras que anhelamos el matrimonio, es especialmente necesario mantener cautivos nuestros sentimientos y presentar nuestros anhelos al Señor.
Mientras buscas prepararte para el matrimonio, es fácil comenzar a idolatrar el matrimonio y verlo como el objetivo final de la vida, cuando en realidad dar gloria a Dios es nuestro mayor llamado. Por lo tanto: ora mientras anhelas el matrimonio y te preparas. Pídele a Dios que te ayude a comprender bíblicamente la institución del matrimonio, a tener la motivación adecuada para prepararte para ello y a confiar en sus tiempos.
2. Busca recursos y aprende
Lo que haces se determina por lo que crees. Y no puedes creer algo sobre nada si no dedicas tiempo a conocerlo.
Eso parece un trabalenguas, déjame explicarlo:
Cuando empieces una relación de noviazgo y eventualmente te cases, tendrás que enfrentar muchas situaciones nuevas que requerirán una respuesta de tu parte. La forma en que decidas responder dependerá de lo que hayas aprendido y de lo que creas sobre las cosas que estás enfrentando. Y no puedes enfrentar desafíos bíblicamente si no aprendes primero lo que la Biblia enseña sobre las situaciones y circunstancias en las que te encontrarás cuando inicies una relación y un matrimonio.
Por lo tanto, infórmate.
Aprenda lo que enseña la Biblia sobre el matrimonio, la maternidad e incluso el noviazgo. Lee libros, escucha podcasts y sermones, busca entrevistas, haz preguntas a las personas maduras que te rodean. Hay muchísimos recursos que pueden ayudarte a estar más informada sobre los fundamentos bíblicos del matrimonio, la sexualidad, la maternidad, los roles de género, la administración, las tareas del hogar y muchas otras áreas que están relacionadas directa e indirectamente.
Dedica tiempo a adquirir los conocimientos que necesitas para comprender mejor el matrimonio y lo que viene antes, el noviazgo. Si abordas el tema buscando honrar a Dios, más conocimiento no te hará daño, mientras que la ignorancia puede tener efectos devastadores. Ninguna buena práctica puede surgir de la ignorancia.
3. Pasa tiempo con parejas casadas
Ok, entonces… Digamos que me escuchaste y pasaste mucho tiempo aprendiendo la teoría del matrimonio. Si eres una persona normal lo que sucederá es que te encantará la mera idea de casarte porque Dios creó el matrimonio. Y lo instituyó para reflejar el Evangelio, el amor entre el Padre y el Hijo, y el amor de Cristo por la iglesia.
Si antes anhelabas el matrimonio, lo anhelarás aún más. Y si ese anhelo no se controla, es posible que te sientas tentada a empezar una relación precipitadamente y cometer todo tipo de errores. Créeme, me ha pasado.
Entonces, lo que harás a continuación es: pasar tiempo con parejas casadas.
Tómate un tiempo de tu agenda semanal para visitar a mamás de tu iglesia o para almorzar con familias y jugar con los niños. Elige parejas que se hayan casado recientemente, parejas que hayan estado casadas durante más de 5 años y parejas que hayan estado juntas por décadas. Hazles preguntas sobre cualquier cosa que quieras saber. Pronto te darás cuenta de que muchos de ellos están muy dispuestos a compartir sus historias, incluidas sus luchas.
Eso, querida hermana, te dará una visión realista de cómo es realmente el matrimonio y te pondrá los pies en la tierra nuevamente. El matrimonio es hermoso tal como Dios lo creó, pero no es todo color de rosas. Sumado al hecho de que tanto el esposo como la esposa son pecadores y tendrán conflictos que resolver, la vida matrimonial viene con grandes responsabilidades y pruebas. Enfermedades, muerte, problemas financieros y muchas cosas fuera del control del hombre son algunas de las cosas que enfrentan junto con la responsabilidad de cuidar a los niños y un hogar. Debemos darnos cuenta de eso antes de precipitarnos a casarnos pensando que el matrimonio solucionará nuestros problemas.
El matrimonio ciertamente nos traerá desafíos mucho mayores a los que alguna vez enfrentamos como solteros, por lo que hacemos bien cuando aprendemos de las parejas casadas el cómo superaron los desafíos y asumieron grandes responsabilidades mientras dependían plenamente de la gracia y la sabiduría de Dios. Hablar con parejas casadas debería llevarnos a seguir preparándonos para el matrimonio intencionalmente en lugar de precipitarnos al matrimonio.
4. Aprende a ser una MUJER PIADOSA
Cuando las mujeres estamos solteras, podemos tender a ser algo así como las princesas de Disney. Soñamos con el verdadero amor y con un príncipe azul montado a caballo que será todo lo que debería ser como hombre: un líder valiente, un proveedor rico, un protector osado e increíblemente guapo. Aunque, siendo realistas, la mayoría de nosotras no somos tan guapas como para poder exigir eso último de todos modos.
Ya sea que te identifiques con eso o no, la cuestión es que muchas de nosotras sabemos exactamente lo que estamos buscando, porque hemos aprendido que un hombre al menos debería ser capaz de liderar, proteger y proveer si quiere cortejar a una mujer seriamente. Es bueno saber eso como mujeres. Sin embargo…¿Le prestamos la misma atención a desarrollar en nosotras el carácter de una mujer que sería una ayuda idónea para ese tipo de hombre?
A menudo nos olvidamos de nuestros defectos de carácter y somos demasiado críticas con los hombres. Incluso aquellos que están cerca de cumplir esas características básicas.
A medida que se acerca una temporada de noviazgo y matrimonio, intenta concentrarte en desarrollar el carácter de una mujer piadosa en lugar de simplemente esperar a que aparezca un hombre perfecto como por arte de magia.
Por Dios fuiste llamada a edificar un hogar, una ayuda idónea, a nutrir a los demás, ser una buena administradora y cuidar de otros. Puedes ser todas esas cosas en tus circunstancias actuales y ser una bendición para tus padres, hermanos, amigos y los necesitados. Puedes orar para que Dios te dé oportunidades de desarrollar el carácter de una mujer que teme al Señor y busca honrarlo al cumplir con los roles que Dios te dió.
Es bueno estar informadas acerca de lo que debemos buscar en un hombre como mujeres que anhelan casarse. Pero es mejor saber cuál es nuestro rol como mujeres y esforzarnos por ser excelentes en aquello a lo que Dios nos ha llamado, sin importar si Dios nos proporciona un esposo en un futuro cercano o lejano, o nunca.
5. Administra tu dinero sabiamente
Por último, se sabía en cuanto a cómo administras tus ganancias como mujer soltera, porque es muy fácil derrochar dinero cuando no hay otras personas que dependan de ti financieramente.
Ahora, antes de seguir adelante y desarrollar este punto, permíteme decir esto: sé que son los hombres quienes están llamados a proveer para la familia. Sin embargo, mientras esperas esa etapa de la vida en la que un hombre será el principal proveedor, probablemente estás estudiando y trabajando actualmente. Y el dinero que ganas ahora se puede invertir en cosas que podrían ser útiles para una futura familia o simplemente para tenerte más preparada para formar una familia.
Administrar tu dinero sabiamente podría consistir en ahorrar todo lo que puedas para necesidades futuras, o podría significar invertir en bienes raíces, electrodomésticos o muebles. O podría significar simplemente terminar de pagar las deudas que actualmente tienes de forma responsable y tan pronto como te sea posible.
Cualquiera que sea la etapa en la que te encuentres con respecto a tus finanzas, se sabia a la hora de gastar. Hazlo con la vista puesta en lo que podría ser más útil para una futura familia si el Señor decide bendecirte con una. Es una situación en la que sólo puedes ganar, incluso si el Señor decide darte un período de soltería más largo de lo que esperas.
Conclusión
Hace unos días mi cuñada me dijo algo en lo que nunca antes había pensado: debes prepararte para las próximas etapas de la vida como lo harías para un examen. No querrás ir a un examen y quedarte ahí sentado intentando adivinar cuáles son las respuestas sin haberte preparado de antemano y haber hecho tantas preguntas como pudieras a personas que tienen más conocimientos y experiencia. Eso trae sufrimiento y luchas que pueden ser evitadas.
Nunca lo había visto así antes pero ELLA TIENE RAZÓN. Incluso creo que escribiré un artículo entero sobre este punto más adelante.
Aunque ella me estaba diciendo eso en el contexto de prepararse para ser madre primeriza, lo considero aplicable también en la preparación para el noviazgo y el matrimonio: cuanto más conocimiento tengas, mejor.
Con esto no quiero decir que tener mucho conocimiento te librará de cometer errores, estoy segura que una vez que entres en la fase del noviazgo o matrimonio todavía te sentirás un poco perdida. Sin embargo, te ayudará mucho tener una buena base bíblica y haber leído y analizado diferentes escenarios y situaciones de antemano para que puedas tomar las decisiones más sabias al enfrentar las situaciones, responsabilidades, conflictos y dificultades que se te vayan presentando.
¡Que el Señor te guíe, hermana! ¡Regocíjate! Confía en los tiempos de Dios mientras esperas y, mientras tanto, temele, sírvele y ámalo. Todo lo que hagas, hazlo para Su gloria.