Por Andrea Guachalla
En 2019, unos meses antes de que comenzara la pandemia, estaba investigando qué es un portafolio de traductor porque estaba buscando trabajo y tenía algo de experiencia como traductora voluntaria. Me di cuenta de que muchos traductores independientes tienen una página web donde publican ejemplos de traducción a los idiomas que dominan, y pensé que yo tendría que hacer lo mismo si realmente trabajar como uno.
Así que ahí estaba yo, intentando abrir una página web y descubrir qué implicaba el diseño de una página y el tener un buen portafolio. Mientras tanto, una empresa cristiana estaba leyendo mi solicitud para uno de sus puestos vacantes para un trabajo relacionado con traducciones. Antes de que terminara de considerar abrir una página web y publicar muestras, me contactó quien sería mi jefe durante varios años y me ofreció el puesto.
Ya no necesitaba un portafolio, pero la idea de iniciar un sitio web donde pudiera publicar cosas que había escrito y traducido en el pasado seguía rondando por mi cabeza. Siempre me encantó leer. Siempre me encantó escribir. Entonces… “¿Y si publico lo que suelo escribir para mí?” pensé. Y así, una cosa llevó a la otra, y terminé escribiendo una propuesta de proyecto de 13 páginas llamada Tasting The Ocean durante noviembre de 2019, que fue revisada por varios amigos y familiares que tuvieron la amabilidad de darme retroalimentación.
El propósito del proyecto era muy simple: escribir artículos sobre la vida cristiana con un enfoque en alentar a otros a administrar su tiempo, dones y recursos de una manera piadosa y analizar todo a través de una cosmovisión cristiana.
A partir de ese entonces pasaron cuatro meses hasta que la página web estuvo abierta y en funcionamiento. Y déjame decirte… entendí la razón por la que hay personas que se especializan en desarrollar sitios web a través de estudios formales. Parece sencillo, pero cuando no tienes ni idea de cómo hacerlo, hasta el más mínimo detalle puede tardar una eternidad en descifrarse.
Ahora, más importante que eso es la fecha en que se lanzó la página: el 3 de marzo de 2020. Apenas nueve días antes de que la ciudad en la que vivía estuviera completamente encuarentenada por la pandemia. No hace falta decir que, dado que ya no podía hacer nada de lo que estaba haciendo antes, tuve mucho tiempo para trabajar en este nuevo proyecto. Así que establecí la estricta regla de publicar un artículo por semana (todos los martes) sobre diversos temas, y aunque hubo algunas semanas y temporadas en las que no fue posible, definitivamente aprendí a ser disciplinada.
Hay demasiadas cosas que aprendí con este proyecto. No creo poder resumirlas todas, pero la perseverancia y la disciplina fueron las principales.
Del 2019 al 2021 seguí dirigiendo el proyecto sola. Mis familiares y amigos a menudo me ayudaban a revisar artículos y a hacer los diseños para las redes sociales, lo que definitivamente me ayudó a ser responsable. Fue en la segunda mitad del 2021 que mi querida hermana menor Carla se unió oficialmente al proyecto como diseñadora gráfica y gestora de redes sociales. Desde entonces hemos estado trabajando juntas en TTO, y más adelante en un podcast que algunos de ustedes quizá conozcan: Una voz conservadora en medio del caos (UVCMC).
Lo que me lleva a escribir este artículo de despedida…
Durante un año y medio, mi hermana y yo hemos estado dividiendo el trabajo entre TTO y el podcast como si fueran proyectos separados. ¡Y lo son! Pero no del todo… Realmente la intención inicial de iniciar un podcast era comentar los artículos que se publicaban en TTO, pero (nuevamente) una cosa llevó a la otra y terminé abriendo un conjunto de redes sociales separadas para el podcast y comencé a discutir acontecimientos relacionados con la cultura, la sociedad, política y salud desde una cosmovisión cristiana. Los objetivos establecidos para UVCMC se superponían en cierta medida con los de TTO. Así que… Aunque estábamos haciendo el trabajo por separado para cada proyecto, el trabajo que se estaba realizando en UVCMC comenzó a desbordarse en TTO en forma de artículos sobre temas que estaba discutiendo extensamente en formato de video.
Hace varios meses se me presentó la idea de que el trabajo realizado en TTO y UVCMC podría ser conjunto, especialmente porque el nombre del proyecto era algo, y comprensiblemente, confuso para algunas personas. De ahí mi artículo sobre por qué nombré a TTO así y una explicación de por qué no tiene que ver con comida marina.
Han pasado meses y terminé aceptando el hecho de que TTO tendría que dejar de existir para dar lugar a un nuevo esfuerzo conjunto para alentar a los cristianos a glorificar a Dios en la forma en que pensamos acerca de y participamos en la sociedad, la cultura, el arte, y la política. Y esos son todos los detalles que puedo darles sobre lo que se viene dentro de poco. Sólo agregaré que en este nuevo proyecto aún habrán artículos.
Por ahora permítanme decir esto: este proyecto, TTO, sobrevivió a la pandemia y a grandes cambios durante más de tres años. Se escribieron muchos artículos, algunos de ellos nunca vieron la luz del día, se hicieron y rehicieron diseños, se invitó a muchos escritores y se incentivaron muchas conversaciones. Y por todo eso estoy muy, muy agradecida con el Señor y con todas las personas que nos apoyaron desde el principio y los que nos fueron conociendo después. Pero con eso también agradezco que esta etapa esté llegando a su fin para que comience una nueva.
Sé que hablo en nombre de todos los involucrados en este nuevo proyecto que se avecina cuando digo esto: estamos muy emocionados de seguir sirviendo a Dios, trabajando juntos y aprendiendo a ser herramientas que Dios pueda usar para glorificar Su nombre y edificar Su iglesia.