Por Andrea Guachalla
Si estás interesada en el cine y la cultura pop, probablemente hayas visto fotografías de los atuendos que usan las celebridades en estrenos, giras de prensa y premiaciones. Y si has prestado suficiente atención probablemente te habrás dado cuenta de que cada vez es más común que las mujeres asistan a estos eventos casi, y para su vergüenza, completamente desnudas.
Los vestidos vienen con escotes muy, muy pronunciados, grandes aberturas en la espalda, minifaldas y telas transparentes que exponen la desnudez de estas mujeres. Es difícil pensar en una actriz o artista cuyas curvas u otros atributos no hayan sido mostrados voluntariamente en televisión por sus dueñas.
Por supuesto, muchos de nosotros sabemos que esas tendencias de moda provienen del feminismo. La liberación sexual de la mujer no sólo busca invertir roles con los hombres y promover la promiscuidad sexual, sino que también promueve la total desinhibición y desvergüenza de la mujer. Así fue como terminamos teniendo a Emma Stone reconociendo públicamente y con orgullo que le gustaría vivir la vida de una ninfómana, como la que interpreta en su reciente película Pobres Criaturas.
Hace años todavía se estigmatizaba que las mujeres fueran promiscuas y se vistieran sensualmente, hoy en día todavía lo es en muchas partes del mundo. Pero cada vez es más común que las mujeres se dejen engañar por el feminismo y comiencen a exhibir sus cuerpos desnudos en protestas y a ser sexualmente inmorales. Eso lo vemos no sólo en películas, programas y protestas en países del primer mundo. Vemos eso a nuestro alrededor.
Colegialas que van a la escuela con minifaldas (casi inexistentes), niñas con escotes pronunciados o pantalones de los más ajustados que se pueden encontrar en las tiendas. ¿Y todo para qué? ¿Sentirse empoderadas al sexualizarse? ¿Deconstruir la belleza y la feminidad tradicionales?
La cuestión es que hay un significado más profundo en por qué usamos ropa y por qué cubrimos nuestra desnudez. Y proviene de las Escrituras.
¿Por qué usamos ropa?
Cuando Adán y Eva fueron creados por Dios y mientras vivieron en el jardín del Edén estaban desnudos. No había ninguna vergüenza en eso. Todo fue como Dios lo había ordenado.
Sin embargo, en Génesis 3 se relata que Adán y Eva, que hasta entonces tenían una relación perfecta con Dios, cayeron en pecado al desobedecer el mandato de Dios: “del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás, porque en el día que comieres de él, ciertamente morirás” (Génesis 2:17). Y así, la caída del hombre tuvo lugar en ese mismo momento, y tuvo consecuencias muy graves para la humanidad.
Lo que hay que notar aquí es que se dan cuenta y se avergüenzan de su desnudez inmediatamente después de haber pecado (Génesis 3:7). Ésa es una de las consecuencias de su transgresión. Y así Adán y Eva cosen hojas de higuera para usarlas como delantales.
Eso no tenía porqué ser así.
El estado original del hombre donde estaba en completa paz con el Creador, no vino con la vergüenza de la desnudez, sino más bien con la libertad y la comunión con Dios que solo se conoció en el Jardín del Edén antes de la caída. Ahora bien, lo increíble de esta historia es que Dios decide ser misericordioso con ellos, a pesar de que el justo castigo por su transgresión era la muerte.
Ahora bien, es posible que Adán y Eva no hayan sido asesinados como castigo, pero la muerte sí llegó en ese mismo momento, ya que Dios mató animales y usó sus pieles para vestir a los dos pecadores (Génesis 3:24). Los animales fueron sacrificados para cubrir su vergüenza, una sombra de lo que Cristo haría como nuestro salvador, muriendo por nuestros pecados y transgresiones, cubriéndonos con Su sangre a modo de hacernos justos delante de Dios.
La vergüenza que conlleva la desnudez es consecuencia del pecado en este mundo caído. Por eso todos lo sentimos intrínsecamente, incluso si la sociedad moderna quiere normalizarlo. Y la ropa significa cubrir esa vergüenza, razón por la cual seguimos usándola.
¿Por qué vestir modestamente?
En primer lugar, por lo que acabo de explicar. La ropa no pretende cubrir nuestra desnudez sólo en un sentido técnico, sino que sirve para recordarnos la gracia de Dios que nos dio vida en lugar de muerte, y en Su misericordia cubrió nuestra vergüenza con la sangre de Jesús. Recuerda eso cuando te sientas tentada a vestirte deliberadamente de una manera que exponga tu cuerpo de manera deshonrosa.
En segundo lugar, porque la Biblia nos llama a hacerlo.
En Su Palabra Dios nos llama a las mujeres a vestirnos modesta, decente y apropiadamente (1 Tim 2:9). ¿Y por qué hace eso? Porque al contrario de lo que enseña el feminismo sobre la sexualidad de las mujeres, valemos más que sólo nuestro cuerpo. Tanto mujeres como hombres fuimos creados por el único Dios verdadero con el propósito de glorificar Su nombre. Y podemos hacerlo no exponiendo inmoralmente nuestros cuerpos al mundo, sino buscando glorificar Su santo nombre en la forma en que hablamos, en la forma en que pensamos, actuamos y, sí, incluso en la forma en que nos vestimos.
Ahora bien, no estoy defendiendo que las mujeres descuiden por completo su apariencia. Tampoco creo que ese sea el camino a seguir. Hay una razón por la que Dios nos creó para que seamos más conscientes que los hombres de los pequeños detalles y nos dio la capacidad de hacer las cosas más hermosas de lo que son naturalmente. Creo que hay lugar para realzar la belleza natural con maquillaje, colores y productos de belleza en general, siempre y cuando eso no se convierta en el centro de nuestras vidas. Hay un equilibrio que podemos encontrar a este respecto.
Pero a medida que aprendemos a mantener el equilibrio en la forma en que vemos la belleza y la modestia, sabemos una cosa con seguridad: por Dios somos llamadas a la justicia y la santidad, y a cultivar los dones del Espíritu Santo. Y esa es razón suficiente para rechazar la idea de la sociedad sobre cómo luce una mujer “empoderada”, y correr hacia lo que Dios enseña que es una verdadera mujer y buscar ser una.
